Honrar a un amigo
En días pasados tuvimos el pesar de ver irse a un amigo, Humberto Martínez, de
quien guardo muchísimos recuerdos, enormes conversaciones profundas y gratas, unas cuantas aventuras y muchísimo aprendizaje en su carácter de Líder
y mejor ser humano.
Escribir de una persona como Humberto, se me hace un
desafío y nudo en la garganta, pero si
algo nos mostró él, fue que ante los nudos de la vida, ponte en acción y
desátalos. Así que una manera de
honrarlo, es haciendo de estas letras la más cercanas a su voluntad
inquebrantable por vivir en un mundo de soluciones.
De mi buen amigo, quien fue un líder con ideales, con una
visión de largo alcance, puedo afirmar
que él lograba poner la vista en lugares y fronteras ajenas para muchos, y sus aportes a la comunidad y la vida de muchos fueron sólo pinceladas del
mundo que él soñaba.

El significado de
su nombre y las características que lo acompañan, (imagen anexa), a pesar de
ser muy acertadas, son sólo partículas de lo que nos mostró Humberto como: ser
humano, amigo, ciudadano, gerente y líder; y
seguramente su esposa, hijos (sus tres milagros) y familiares, tendrán mucho más atributos que
reconocerle.
Sería injusto con él, dado que
tenía un locus de control interno bien agudo, no reconocer que se equivoco, que se cayó
y se levantó como los grandes, que en
ocasiones un carácter temperamental lo
acompañaba para mostrar que tenía sombras que iluminar. Fue un ser que lidio
con sus defectos, como todos los que vivimos esta experiencia llamada Vida.
Humberto se fue con miles de preguntas sin respuestas; de
la misma manera que dejó este plano
terrenal, mostrando de manera gallarda y
ejemplar, que a la vida y sus
circunstancias más desafiantes no se les
huye, se les vive.
Humberto un abrazo, siempre tu amigo…
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