El día que el Presidente se fue...
La noticia de la partida
del presidente Hugo Chávez Fria la recibí fuera del país, formando un equipo de profesores
universitarios en Arequipa - Perú. Sin duda fue un impacto y una angustia que me invadió por
lo que pudiera pasar en mi país, y yo no poder estar para proteger a mi Familia
y actuar como ciudadano de paz, fue una larga tarde donde me hice presente en las Redes Sociales, y una noche que se unió con
el día sin poder dormir.
La mañana era helada, y los comentarios de la
noticia pegados de la pregunta: ¿Qué pasará ahora en Venezuela? Fue la
constante; desde quien me sirvió el desayuno, el taxista, el
coordinador del evento y por supuesto todos los profesores a quienes me debía.
Mi respuesta fue la misma: no tengo
ninguna certeza de lo que ocurrirá, espero que reine la paz, el respeto y la
constitución. Venezuela como nación es más grande que un hombre, ya que es la
suma de mas de 27 millones de mujeres y hombres.
Muchos de mis
interlocutores, ante mi respuesta, sentían que era evasiva o diplomática; otros
sentían que era algo muy abstracto y nada real. La verdad es que mi visión del
país va más lejos que el proceso adolescente que vivimos.
La distancia ante los
episodios, me dio la oportunidad de ver lo que ocurría a través de la visión de
muchos periodistas y analistas políticos internacionales (sobre todo los
Peruanos), quienes con menos intereses en el tema, hacían su trabajo de informar,
de contar lo que pasaba; algunos daban sus opiniones, otros se cuidaron
de hacerlo dado que no tenían conocimiento de lo que verdaderamente estaba
pasando. De todo lo que escuche y vi, lo que más agradecí fue quienes
prefirieron no opinar.
De este proceso hay mucho
que decir, pero sobre todo
hay muchísimo que aprender; primero: como
seres humanos y nuestras reacciones ante lo “inesperado”. En medio del dolor o la
euforia muchas cosas se dicen y se hacen, cada quien es dueño de sus emociones y
tiene derecho a expresarlas; sólo que se
debe ser respetuoso de los otros.
Segundo: como sociedad y nuestra manera de comprender
y comprometernos con los cambios
sociales; desde el respeto y la construcción de un mejor país, que se basa en
las diferencias de visión para complementar una mejor y no para desvalorizar las necesidades de los
otros. Demostremos con hechos lo Grande que somos y que podemos ser, demos un
buen paso: aceptar al otro con sus ideales.
Hoy recuerdo con Claridad la oportunidad en que le
dije a un amigo, que nuestra nación es mucho más grande y duradera que un
hombre. Es momento de demostrarlo, somos todos los hombres y mujeres que aquí vivimos, los responsables de hacer el país más
armónico y vivible del planeta.
Siempre Tu Amigo...
Amancio E. Ojeda Saavedra
amancio@alianzasdeaprendizaje.com
www.alianzasdeaprendizaje.com
Twitter: @amanciojeda
Amancio E. Ojeda Saavedra
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