Eso es problema tuyo.
En
días pasados recibí un vídeo de un comediante Colombiano, que narra la historia
de una pareja, donde en una discusión el esposo sólo responde de dos maneras. Transcribo parte de
este chiste, para hacer una analogía con una conducta muy frecuente en la
Venezuela de estos tiempos. Al texto
dice:
Una
noche, María se queda mirando al viejo
Ramón, y ella le dice:
- Ramón,
viéndolo bien yo no debería vivir al
lado suyo.
Ramón responde: - Eso
es problema tuyo María.
M.
- Pero más sinvergüenza eres tú que vives aquí todavía.
R. - Eso es problema mío.
M.
- Yo no estoy dispuesta a lavar más.
R. - Eso es problema tuyo.
M.
- Tú debes buscar quien te lave.
R. - Eso es problema mío.
M.
- … A mí quien me mandaría a meterme a vivir contigo.
R. - Eso es problema tuyo María.
M.
- Entonces buscate otra mujer Ramón.
R. - Eso es problema mío.
Hasta
que finalmente María, ya molesta, sale persiguiendo a Ramón con una tabla para golpearle
y le grita: ¡Como vengas por aquí te boto!
R. - Eso es problema tuyo.
María
le grita fúrica: ¡Busca donde dormir!
R. - Eso es problema mío.
Aunque
lo anterior es un chiste, y con la gracia del comediante Cesar Henríquez
puede sacar una buena carcajada; siento que
el modelo de respuesta de Ramón presenta una conducta que se observa
en las parejas, en los condominios, en las empresas, en la Venezuela presente.
Parece
que nos cuesta mucho comprender que somos parte de un sistema, y que todo lo que hacemos y dejamos de
hacer, afectará los resultados. Las
conductas individualistas no nos
funcionan, coloquialmente podríamos que decir que: Es pan para hoy, y hambre
para mañana.
Ninguna
sociedad mejor podrá construirse con el comportamiento individualista de sus
habitantes; si sólo cuido mis intereses, y no puedo ser capaz de comprender que los intereses de
los otros son tan importantes como los míos,
no habrá avance posible.
Tomado de Wikipedia: “Singapur es una de las
principales ciudades globales y uno de
los centros neurálgicos del comercio mundial, contando con el tercer mayor
centro financiero y el segundo puerto que más mercancías mueve. Su economía
globalizada y diversificada depende especialmente del comercio y del sector
manufacturero. En términos de paridad
de poder adquisitivo, Singapur es el tercer país
con mayor renta per cápita del mundo, además de figurar entre los primeros países en
las listas internacionales de educación, sanidad, transparencia política y
competitividad económica.” Ese país
asiático se declaró independiente en 1965 (tiene sólo 50
años como país), y su desarrollo ha sido
abismal. En Singapur hay un refrán popular que reza: “Mientras más manos mejor”.
En nuestro país, para reforzar nuestra poca capacidad de trabajar en equipo,
decimos: “Tantas manos en un plato saben
a mierda de gato”.
Cuando me consigo
con sindicatos que quieren exprimir lo que puede y lo que no puede dar
la empresa, sin importarles si cierran con las cuentas en rojo o si la empresa quiebra, sólo por creer que se lo merecen todo; me
doy cuenta que es la posición de: Eso es problema tuyo.
Cuando
explota en mi cara la escena triste, de que una persona sin el más mínimo de
vergüenza, al ser descubierto robándose un bombillo de un pasillo del
condominio, porque no tiene dinero para comprar uno nuevo, y al reclamarle solo
levanta los hombros y sigue con la
fechoría, es porque piensa: Eso es problema mío.
Necesitamos
comenzar a construir relaciones (de todo tipo) sobre la base donde el otro realmente
es importante; tomando consciencia
plena, que sólo podremos crecer si nos
damos cuenta que somos parte del todo, y
como seres únicos, estamos
llamados a comportarnos para vivir en armonía.
Es
tiempo de aprender de Singapur, un país que con una visión clara y pensando que
“mientras más manos mejor”, dejaron de ser una colonia Inglesa, para ser un
país prospero. Nos corresponde deponer nuestra conducta individualista y juntos actuar por una nación realmente libre.
Venezuela es problema tuyo y mío.
Amancio E. Ojeda Saavedra
@amanciojeda
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