Pronósticos para el 2013


Un nuevo ciclo está por iniciar, sólo faltan horas para dar la bienvenida al año 2013; como ya han notado, no se acabó el mundo, y tenemos la oportunidad de iniciar un nuevo conteo de 365 días, que pueden ser determinantes para la vida de cada quien. 

En mis pronósticos de cada año, siempre me hago cargo restarle poder a los agoreros del desastre, aquellos que son “los iluminados” para pronosticar lo malo. Hoy no les dedicaré tanto espacio, prefiero conectarme con el poder de lo posible. 
Primero, el 2013 será el año de la esperanza en lo más alto, es decir, vivir está marcado por la esperanza que es posible ser mejor, que es posible estar mejor; que hay siempre una luz que nos indica que existe la posibilidad cierta, de ponerse en acción y lograr los cambios necesarios para obtener los resultados que necesitamos. Este año dejemos encendida la Esperanza. 
Segundo, nos corresponde trabajar el liderazgo personal, esto se traduce en tomar acción decida y  entusiasta por nuestra propia transformación, ser los modelos que queremos ser, desde la congruencia; que sean mis acciones un círculo de vibraciones positivas, que tengan un efecto primero en mí, y que desde allí vaya creciendo hacia los otros. Es mandatario esculpir nuestra personalidad y hacerla cada día más cercana a la obra de arte que estamos construyendo cada día, y que soñamos con esperanza alcanzarla. 
Tercero, en el 2013 nos corresponde dejar la marca indeleble de servir a otros sin mezquindad; de permitirnos ser útiles desde nuestra posibilidad de salir de la zona cómoda donde estamos en lo social, y mirar un poco más allá de nuestra frontera; para colocar la energía sana y considerada, a la disposición de una sociedad que solicita más corazones nobles, activos, responsables y con sentido humanitario. Como bien lo dijera la Madre Teresa de Calcuta “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.  
Finalmente, comencemos a restarle cosas a la vida, es tiempo de llevar a su menor expresión: el individualismo, la discriminación, la radicalización; las conductas que nos separan de lo que somos y de  los que nos aman. Trabajemos cada día por ser más nosotros mismos, restándole poder al “qué dirán”; es tiempo que vivamos una vida con menos complejos. Restémosle poder al pasado, sumándole valor al presente; convirtamos ese observador que sólo percibe lo negativo por un observador que es capaz de ver las gigantescas oportunidades que tenemos en cada instante que vivimos. 
Mi pronóstico de este 2013, es que cada quien hará lo necesario para ratificarse a sí mismo y ante los otros, y eso debemos hacerlo desde lo mejor que tenemos cada uno, como: la Esperanza, el liderazgo personal, el servir a otros y lo indetenible de la evolución. Deseo que cada día del nuevo año lo recibas con la alegría de vivir. 
Amancio E. Ojeda Saavedra 
@amanciojeda

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