Ando por Chile

Un país de gente buena, noble y trabajadora que ha sabido crecer, que no deja de tener problemas, con tintas y rasgos que lo define como Suramericano  para bien y para mejorar. Hoy está convulso, confundido, vomitando sus diferencias con una violencia sorpresiva. Confieso que no me imaginé tanta ira en la bilis de una nación.

En este episodio de la historia que apenas comienza a escribirse, me doy cuenta que lo vivido y aprendido en mi tierra me ha sido muy útil, es ahora cuando descubro cuantos recursos desarrollé para poder vivir esta cruzada de manera más consciente, sana y armónica.

Pasadas tres semanas de marchas alegres, pintorescas y pacificas; saqueos,  destrozos e incendios; incertidumbre, muertos, heridos y violencia desbordada; economía afectada y cambios políticos; ver una parte del país reclama justicia y otra se aprovecha de la revuelta para hacer sus fechorías; allí me encuentro yo, y llega una articuladora profesional a invitarme a una aventura.     

Arianna Martínez Fico, que siempre anda en un sarao creativo y contribuyendo desde donde sabe y puede, se sumó a una noble iniciativa y  convocó a sus amigos a ser parte. Se trata de “Ando por Chile” (www.andoporchile.org),  una comunidad de Coaches que se plantean como propósito: acompañar a generar conversaciones de conexión y de respeto, conversaciones de encuentro, para construir espacios donde podamos mirarnos a los ojos, reconocernos, y hacer posible la construcción de mundos compartidos, para que sea el inicio de una manera distinta de relacionarnos.

Así que aquí estoy, entregando parte de lo que soy como ciudadano y  coach a quienes lo necesitan, con una metodología que permite que cada quien sea escuchado, sencillamente escuchado, sin interrupciones ni juicios, ni consejos; donde se recibe contención desde el silencio respetuoso y amoroso,  y  así cada quien ponga en palabras, emociones y cuerpo su vivencia.

Conversando, hablando, escuchando, amando, andando, cantando, orando, ayudando, observando, agregando, acompañando, activando, drenando, curando, educando, afirmando, y muchos más “ando” nos mueven en estos tiempos, donde es necesario hacerse presente, ya que la gente que habita este Chile nos está necesitando. Cerca de 300 Coaches certificados nos hemos sumado a esta iniciativa y se necesitan muchos más.

Coach Venezolano
Y si los Coaches que están en Venezuela hacen de esta metodología suya, y  comienzan a generar conversaciones tan circulares y horizontales como las que se proponen y ejecutan en este voluntariado, donde las diferencias se omiten y lo que toma real valor es el ser humano... ¿Qué se lograría? ¿Andaríamos por sendas que nos lleven a generar nuevas formas de dialogar y  de vernos? ¿Será qué podríamos armar nuevas posibilidades de encuentros y soluciones?

Ayer en una sesión de coaching con un cliente Chileno, él me narró  su historia y opinión sobre lo que le pasa  a su país, me lo  dijo  con dolor, angustia y desesperanza, allí me proyecté, es el mismo dolor con que yo cuento lo que pasa en mi país, pero mi  rol  en ese instante era otro, así que recordé en lo que ando, lo miré a los ojos y luego  de un breve silencio solo me salió  decir: Vivamos esto sumando y la esperanza se irá multiplicando.

Ante los movimientos sociales que se están dando en el continente, las dos últimas frases del credo de la JCI (www.jci.cc) toman más sentido que nunca, esas frases al texto rezan: “El gran tesoro de la tierra reside en la personalidad humana, y servir a la humanidad es la mejor obra de una vida”.

Ando por Chile sin dejar de andar por Venezuela.

Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda

Comentarios

  1. Gracias Amancio, soy chilena y agradezco tu publicación, amorosa, constructiva, alentadora. Donde el encuentro entre personas, más allá de toda diferencia, nos acerca.

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