¿Quién resuelve esto?
Me pregunto ¿Quién resuelve esto? Y no tengo
una respuesta que incluso a mi mismo me haga sentir confiado. Es porque
“esto” es tan mío, tan tuyo y de tantos extraños, que las respuesta que me
invaden son variopintas, diversas y tan internas.
Creo que “esto”
no se resuelve solo, pero tampoco
lo resuelve otro antes que yo lo resuelva. Si
llegará otro a resolverlo, me quitaría la oportunidad de entender lo que
ocurrió y de aprender para el futuro. Para poder resolver
“esto” debo dedicarme tiempo, dedicarme acciones, dedicarme una mirada
diferente a lo que me ocurre cuando
tengo de frente “esto”.
He visto y
escuchado sobre muchos que
quieren hacerse cargo del tema en cuestión, he leído sobre quienes lograron resolverlo, hay quienes me plantean que la salida es una o
nada, pero yo me niego a pensar que “esto” sólo tenga una opción,
siendo tantos los que somos responsables
de “esto”.
Si en vez de colocar el titulo de
esta entrega como interrogante y lo colocará como afirmación, ¿tendría
la respuesta? tampoco. “Quien” no es
nadie para resolverlo, y además,
¿Cuántos le darían la credibilidad a “Quien”, para que se haga cargo de algo
tan importante como “esto”?
Seguiré en la búsqueda de la solución con una sola certeza,
si quiero que “esto” se resuelva, debo
buscar dentro mí, escuchar mis principios, mis valores, las enseñanzas de mis
ancestros, mi historia, y combinarlo de
manera muy precisa, para que surja de mí la luz necesaria que haga que “esto”
no me afecte de tal manera que me quite
la calma, y ya en calma, me brinde la sabiduría para disolverlo.
Si “esto” no se hubiese hecho presente, quizás estas
letras no se hubiesen juntado, por ello, gracias a “esto” esto que escribo
existe.
Amancio E. Ojeda Saavedra
@amanciojeda
amancio@alianzasdeaprendizaje.com
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