Entrenando las Emociones
Ante las realidades de nuestra vida, una cosa que nos
permite alcanzar mejores resultados, es tener las competencias necesarias para
el uso de nuestras emociones; esto fortalece nuestra calidad de relación
con nosotros mismo y con los otros.
Es notorio que nuestra la postura que se toma para vivir
una situación viene de una condición mental, que seguramente proviene de una
emoción que hemos decidido (consciente o no) tener, ya sea: optimista o
pesimista, alegre o triste, de rabia
o de
paz, de miedo o confianza, todas
y cada una de las emociones puede cambiar si decidimos incorporar una
emoción transformadora.
Lo grande sentir con todo nuestro cuerpo lo que nos pasa,
desde lo emocional a lo mental, es que da la información y la posibilidad de
discernir los matices de vivir.
Cuando vivimos de manera conscientes una emoción
positiva, más se aferra a nuestro comportamiento. Por ello es necesario
provocarla y “ensayarla” con
mucha frecuencia. Las emociones también se ejercitan, como quien va a un
gimnasio a fortalecer su musculatura física. Las emociones pueden ser
declaradas en cada momento, no se
necesita el momento “perfecto” para
sentirte bien.
Todas las emociones son validas dado que son un llamado a
la acción, incluso aquellas que puedes juzgar como negativas. Si no te gusta
cómo te sientes, cambia tu percepción
de las cosas o tus acciones, y vivirás un cambio en tu emoción.
Hay varias
preguntas que si nos las hacemos de manera honesta y con un sentido de cambio de nuestro estado emocional, te serán de mucha utilidad.
Estas interrogantes son:
1. ¿Qué ganó y que
pierdo con esta emoción donde me encuentro?
2. ¿Cuál acción me llevo a esta emoción?
3. ¿Qué puedo
aprender de esto que estoy
sintiendo?
4. ¿Qué quiero sentir realmente en este momento?
5. ¿Qué acciones debo tomar para sentirme como me quiero
sentir?
Finalmente, para hacer conciencia sobre este tema, es
importante recordar que cuando te consigues que una emoción te “Sobrepasa”,
y crees que es más fuerte que tú, piensa que también fuiste tú quien la creo;
esto te afirma que también puedes manejarla inteligentemente.
Amancio E. Ojeda Saavedra
@amanciojeda
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