Forma de Vida: Tener siempre la Razón


Comparto  con gente que tiene una necesidad insaciable de tener la razón,  su vida (casi enteramente) está dedicada a formarse, hacerse diestro y mostrarse en el “arte” de argumentar para tener la razón.  Sólo se sienten tranquilos y aliviados si en una conversación el resultado es que presentaron los “mejores” argumentos, y lograron que les dijeran: “Tienes razón”.

Cuando me encuentro con gente de este perfil, siempre reconozco  una muestra de estas y otras  características conductuales, a saber: 

1.- Es muy buen hablador, pero muy  mal  escucha. 

2.-  Busca rápidamente los extremos para polemizar y así mostrar “su poder”.

3.- Le  molesta dejar una conversación suspendida, siempre quiere llevarla hasta el final. 

4.- Subir el tono de voz e interrumpir a su interlocutor es práctica común.  

5.- Es capaz de comprometerse con una acción que no  desea, sólo por el  hecho  de  demostrar “Cuanto puede hacer”. 

6.- Hace una combinación frecuente de recursos como el humor negro, la ridiculización de otros y el sarcasmo. 

      7.- Es notorio por su rostro y emocionalidad que disfruta de la confrontación.


Dice un viejo dicho popular: “para pelear se necesitan por lo menos dos”, para polemizar ocurre lo mismo; por tanto recomiendo  a quienes se consigan con personas con esta particular forma de ser o de  comportarse en ciertos escenarios, restarles poder a través de no caer en la provocación. 

Esta acción que recomiendo  es más pensando en las personas que sienten que es inútil y estéril este tipo  de  confrontaciones y, que saben que pueden solventar cualquier diferencia por otra vía menos desgastante.

Creo que merece el cierre de esta entrega, una frase  del  matemático, físico y filósofo religioso francés, considerado como una de las mentes más brillantes de la historia intelectual occidental, Blas Pascal, que dice: “El que cree tener razón entre todas las cosas, la razón de las cosas desconoce”. 

Amancio E. Ojeda Saavedra
Twitter @amanciojeda
  

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