¡Venezuela libre de resentimiento!
En días pasados recibí un audio, donde en medio de un simposio de Coaching Ontológico, que se
llevó a cabo los días 11 y 12 de noviembre
del 2016, en la ciudad de Buenos Aires, uno
de los participantes le pregunta a Julio Olalla (una de las autoridades
más importante en este tema), sobre qué mensaje tiene para Venezuela. Fue
notorio el cambio de energía de su discurso, fue casi compasivo en su
referencia, y entre lo que dijo, me
queda clara la tarea que le pone a los Coaches de Venezuela.
J. Olalla narra que ha estado viniendo a Venezuela
durante muchos años, incluso, antes de que llegará al poder Hugo Rafael Chávez,
y aclarando que es sólo su interpretación, dice al texto lo siguiente: “Yo
la Venezuela que conocí en aquellos tiempos, le escuché una sola emoción,
una emoción central: el resentimiento”. Luego hace una explicación de lo que ocurre en esa
emoción, y aclara que una persona resentida no busca justicia, sino revancha.
Una pregunta y una tarea
Este gurú
ontológico hace la siguiente interrogante: “¿Qué tiene que pasar en Venezuela,
para que el resentimiento de lugar a la búsqueda del empoderamiento, de la
victoria común, del sueño común?” y reconociendo que no tiene la respuesta, que
no sabe el “cómo”, hace una propuesta, que bien podría convertirse en la tarea
de los coaches de este país, proponiéndonos el trabajo de liderazgo siguiente:
“Llevar la voz para lograr disolver una emoción, la del resentimiento”.
Estoy convencido
que tenemos que aprender a tener mejores conversaciones entre los
Venezolanos, entre aquellos que estamos
mirando al país de manera similar, pero sobre todo, con aquellos que lo ven de
manera diferente. Esto hará la diferencia para sanar tantas emociones nocivas
en nuestro haber.
Una propuesta…
Atendiendo la
urgencia que ruge en las venas de la patria, clamando por mejores resultados y
menos promesas incumplidas; observando esta tierra que pide más hermandad y
menos conflicto; escuchando un país que implora
más vida; y entendiendo que si
logramos lo anterior habremos disuelto el resentimiento, me atrevo a proponer ideas
sueltas, para que podamos armar entre todos una inmensa “V” de Venezuela, de
Valores y de Victoria (Común).
1.- Que los
coaches, líderes, dirigentes políticos-partidistas, profesionales de la
conducta humana y social, educadores, artistas, personajes mediáticos (hoy
llamados “influencer”), promovamos conversaciones basadas en la pregunta
propuesta por Olalla, buscando generar reflexión, y luego que cada quien asuma
el compromiso de lo que propone.
2.- Mostrar la
necesidad de desvestir de juicios peyorativos a nuestros conciudadanos, etiquetas
que se han impuesto por la vía de la intolerancia, la ignorancia, la
prepotencia, el ventajismo del poder y los medios, y el uso del descontento colectivo. Eduquemos
para que cada quien reconstruya su lenguaje, y se empodere en una jerga más productiva y pacífica.
3.- Escribamos
una nueva propuesta sobre: “El diccionario Venezolano”, que permita mostrar nuestros
valores, y menguar todo aquello que trasluce nuestras miserias humanas. Que este sirva como una mejor forma de usar el
lenguaje, que se convierta en viral, luego en un referente y finalmente en un nuevo vocabulario colectivo.
4.- En las colas
cotidianas, invitar a la gente a lo siguiente: “Cambia la queja por una acción
para la solución”, y con esto, buscar
que cada quien se haga responsable de ir a su “caja de herramientas resilientes”, y sacar alternativas para re-plantearse las
circunstancias.
Finalmente,
incrementemos nuestros actos de fe en una Venezuela mejor, siendo ciudadanos
más congruentes; que la historia nos sirva de impulso y no un lugar para sentarnos a llorar; que el
resentimiento se derrita con el calor
del trópico, y llegue la frescura de tiempos de prosperidad; hagamos que la
queja de paso a la creatividad y la innovación.
Venezolano, levántate
frente al paisaje de la región donde te
encuentras, que de seguro te muestra un
horizonte colorido, y haz una declaración personal, un compromiso contigo mismo,
para que desde ese momento el dolor que sientes por el país, pase por un
proceso de alquimia, hasta convertirse en una visión legible de una Venezuela de transformaciones posibles,
únicas y esperanzadoras. ¡Ponte en acción!
Amancio Ojeda Saavedra
@amanciojeda
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