Venezuela, necesitamos menos políticos y más líderes.
Este
país (Venezuela) no lo arregla ni Nicolás
Maduro, ni Henry Ramos Allup, ni Leopoldo López, ni María Corina, ni Adán Chávez, ni Henrique
Capriles R., ni Diosdado Cabello, ni Aristóbulo Istúriz, ni Julio Borges; así
como tampoco lo arreglaron Hugo Chávez, Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera o Jaime
Lusinchi. Todos los antes mencionado, cumplen o cumplieron un rol
político-partidista, están o estuvieron
en la función pública, con más o menos aciertos y desaciertos, de acuerdo al
cristal de quien lo mire; ellos y
muchísimos otros que están en el mismo rol, han demostrado que no son la salida,
son sólo una mínima parte de la solución.
Cuando asevero
que necesitamos menos políticos (partidistas) y más líderes, me sostengo sobre la base que Venezuela (y muchas otras
sociedades) están construidas y serán
re-construidas por su gente, por
aquellos inconformes que quieran y hagan que las cosas que no funcionan,
funcionen.
Esta
nación pide a gritos de ciudadanos que se hagan cargo de transformar su
entorno, con todos los desafíos que eso implica; considerando los hechos
cotidianos, eso que a todos nos afectan en mayor o menor medida. El liderazgo tiene como principal
característica, que se aferra a un sueño (a la visión) para hacerla
realidad.
El
Maestro José Antonio Abreu, Lía Bermúdez,
Lorenzo Mendoza G., Omar Vizquel, Víctor Davalillo, Salomón Cohen, Maickel
Melamed, Rafael Cadenas, Laura Antillano, Juan Vicente Torrealba, Miguel Delgado
Estevez, Valentina Quintero, Oscar
Machado Koeneke, Cayito Aponte, Lorenzo
Vigas, Fina Torres, Javier Vidal, Daniela Kosán, Tania Sarabia, María Alejandra
Bravo, Pedro Palma, Cesar Miguel Rondón, Huscar Barradas, Aquiles Baez,
Dhameliz Diaz, Mari Montes, María Teresa Boulton, Carlos Fraga, Tito Balza
Santaella, Ines Quintero, Elias Santana,
entre muchos otros. Son líderes contemporáneos, que cada uno en su área, se
está haciendo cargo de transformar su
entorno de manera positiva.
Menciono estos, con la certeza que quedan por fuera
muchos que le sobran créditos para engrosar este equipo, pero la intención no
es hacer una lista de líderes actuales, sino de invitar a lector a ver
referenciales, de gente que se está moviendo en función de cambiar un entorno,
con el cual está insatisfecho, y lo hacen desde: el deporte, la poesía, la música,
la iniciativa empresarial, la conservación de la historia, la producción intelectual
o artística, el turismo, la educación,
la superación personal, el compromiso ciudadano, el periodismo, el humor, la
salud mental y física, y pare de contar.
Me
consta que hay miles de Venezolanos liderando con éxito, y
transformado su entorno, líderes que no necesitan la política-partidista, ni la
promoción de los medios de comunicación, para hacer de este un país mejor; sé
de hombres y mujeres nacidos (o radicados) en esta tierra que están dando
lo mejor de sí, para ver una nación
diferente, desde su círculo de
influencia más cercano; sobran voluntades, que se muestran en las acciones
cotidianas, que indican que Venezuela tiene
esperanza.
Cuando
un maestro se levanta a las 4:00 am para poder estar puntual en su escuela,
recibir sus alumnos con amor y educarlos con mística, hay esperanza. Cuando un
hombre se dedica a dirigir a una fundación para la conservación y cuidado del agua, hay esperanza. Cuando un grupo reducido
de vecinos, asumen la responsabilidad de conducir el condominio de un conjunto
residencial, recibiendo críticas y mal tratos, y a pesar de ello continúan su labor voluntaria, hay esperanza.
Como
dejar de reconocer la esperanza en Venezuela, al ver a esos choferes del
transporte público, que se levantan y
salen en alta madrugada, para poder llevar a un montón de gente hasta
sus lugares de trabajo. Hay esperanza, cuando en medio de muchas trabas, se
observa que la creación formal de micro-empresas, es la opción que toman muchos
jóvenes nacidos en la tierra de Bolívar.
Perdón
por repetir esta frase ya trillada, pero que a mi juicio aun no se ha entendido: “A Venezuela la salvamos
los Venezolanos”. Sé que es un lugar común, como sé, que es necesario pasar de repetirla a
vivirla. Sobran razones para salvar este país; sobran espacios que necesitan un
líder que los conduzca a una transformación positiva; hay miles de entuertos
públicos y privados que mejorar, y claman por un líder. Cuando veo la
Venezuela de hoy, reafirmo mi convicción que necesitamos menos políticos, con
postura de mesías, y más líderes con ganas de servir desde la transformación
local.
¿Y tú qué parte de este país lideraras?
Amancio
Ojeda Saavedra
@amanciojeda (Twitter e
Instagram)
Comentarios
Publicar un comentario